2018(e)ko otsailaren 16(a), ostirala

El día que la niebla se vaya
En un pueblo en la mitad de un inmenso bosque , vivía una niña de 10 u 11años de edad. Se llamaba Ana. Aquella niña, vivía con la esperanza de salir de ese pueblo y buscar dragones hasta aburrirse de ellos. A menudo miraba al mismo cielo nublado, triste y gris soñando con sobrevolarlo a lomos de un dragón. Se pasaba el día en la biblioteca leyendo el mismo pesado pero a la vez interesante libro sobre la mitología de todo el mundo. Ya lo había leído muchas veces pero siempre se hundía con la misma emoción en la historia. Cada tarde, al llegar a casa le daba un beso a su madre otro a su padre, y se metia debajo de la cama. Levantaba el tablón suelto que había en el suelo y sacaba un libro muy antiguo que le entregaron los Ryksaws, los indios que había en el bosque.


Se sentó en el sofá y empezó a leer. Pero cuando iba ya cuatro páginas, se levantó sin ser consciente de lo que hacía y se puso debajo del desván. Algo le atraía de aquella trampilla comida por la carcoma. Sus padres nunca le habían hablado de lo que había en el desván. Tiró de una cuerda apunto de romperse y una pequeña escalera cayó. Poco a poco empezó a subir, por la escalerita despintada. De pronto, una oscuridad tremenda la invadió, por lo tanto, bajó, a por una linterna. Al subir, la encendió y empezó a buscar el interruptor de la luz. Avanzó unos pasos y encontró una pequeña caja cubierta por una capa de polvo. Cuando la quitó, vió como tenía unas amatistas incrustadas, y que estaba tallada de tal forma que parecía como si las formas se movieran.



Gehiago daukat. 15 interesgarri ematen badidazue gehiago igotzen dut. Espero dut gustokoa izatea!!!


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